Probemos la facilidad que tenemos para decirnos que no nos importamos, que lo nuestro fue una mentira, que fue todo por pena a sabiendas de que es todo lo contrario.
Probemos la facilidad con la que nos decimos a nosotros mismos, no la/lo quiero, no quiero verla/le más, no necesito ya sus abrazos, no necesito para nada algo de él/ella.
Ahora miénteme por favor, miénteme dime que me odias, dime que no me necesitas y que ya me olvidastes, en ese momento será en el que sepa que me amas, que me necesitas más que nunca y que no me has olvidado ni piensas hacerlo.
Yo te miento hora a hora al decirte que no, cuando lo que más deseo es tenerte conmigo, solo quiero decirte ..
Te odio, porque... a veces mentir no es malo.
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